Linea de Meta

El domingo Boca Juniors y Rosario Central seguirán en su pelea mano a mano por el titulo del torneo de 30 equipos que puede tener un campeón este fin de semana.

Orión; Peruzzi, Rolin, Tobio, Monzon; Pablo Perez, Cubas, Meli; Lodeiro; Tevez, Calleri.

García; Galmarini, Echeverría, Blengio y Godoy o Pantaleone; Sánchez, González Pires, Arzura y Rodríguez; Luna y González.

Caranta; Salazar, Donatti, Pinola y Villagra; Montoya, Musto, Lo Celso y Fernández; Larrondo y Ruben.

NOTA DE OPINIÓN


Lo primero que debo decir es que con Los Pumas, me enoje, reí, puse triste y viví cada partido como si fuera que estaba adentro de la cancha. Esta opinión no es contra de ellos, a quienes tengo un respeto y un orgullo muy grande.
Ahora si. Luego del partido de Australia- Los Pumas, escuche a muchas personas hablar de ORGULLO NACIONAL y  me llamó poderosamente la atención la cantidad de personas que ponían en redes sociales lo orgullosas que estaban de los jugadores y de la felicidad de ser argentinos.
Pero una imagen me dejo pensativo, porque toco una parte de mi que se desperto y que alguien ya la habia plasmado.

 Esto hizo eco en mi y me llevo a consultarme, ¿cómo se convierte un equipo en orgullo nacional ? 

   En mi mente siempre estará el Mundial de Futbol Brasil 2014 como una espina que no me podré sacar en mucho tiempo y que recordaré con una mezcla de tristeza y alegría.
   Recuerdo una selección de fútbol que llego luego de 24 años a una final de Copa del Mundo perdiendo en tiempo de descuento sin merecerlo y contando con las mejores chances frente a un rival, que en nivel de juego y preparación era el mejor del mundo (algo que lo terminó coronando). Nos posicionaron en los primeros planos, dejandonos primeros en ranking FIFA y con un respeto en todo el mundo.

  Sin embargo, al volver a sus hogares se encontraron con detractores, con personas que le cuestionaban los "huevos" y la falta de compromiso que tuvieron con la camiseta. Es decir, no eran orgullo nacional.
  Messi fue tildado de "pecho frio", de anti patria, le recomendaban no volver a jugar nunca más para la selección y un montón de argumentos que en su momento me hicieron enojar y discutir con muchas personas.

   Llega 2015 y me encuentro con LOS PUMAS, un equipo que llego a semifinales de un Mundial y perdió claramente frente a un rival que demostró con creces que era superior a nosotros. Fue una lucha de titanes, un partido donde el equipo de Hourcade dejo todo en la cancha, literalmente "se mataron", con jugadores ensangrentados y con un resultado que, a pesar del dominio australiano, nos dio  una cuota de esperanza cuando estuvimos a 7 puntos de empatarlo.
    Terminó el partido y con la tristeza de siempre, recorro redes sociales y veo como glorifican (con justa razón) a este equipo que, sin embargo, yo por dentro lo vivi con bronca de saber que fuimos superados ampliamente y que cometimos muchisimos errores, perdimos pelotas y se notaron los nervios.

Y todo me llevo a recordar como hace 1 año estuvimos mucho más cerca de un logro mayor y la gente sin embargo no lo reconoce y hasta termina enojada cada vez que recuerda a ese equipo.
Un equipo donde hubo jugadores que entraron lesionados, algunos que terminaron desgarrados, recuerdo un Zabaleta con algodón en la boca y un montón de imágenes que si me pongo a escribir no terminaría más. Solo prefiero dejarles fotos y después seguís:

Deberíamos analizar que nos llevo a pensar que en fútbol debemos ganar siempre, cuando en realidad tenemos solamente 2 copas del mundo y nuestros logros futbolisticos decrecieron hace mas de 20 años. En realidad tenemos que exigir tanto a un equipo?? y si le exigimos, en realidad debemos estar frustrados por no ganar? ¿solamente sirve ganar en el fútbol pero en otros deportes no?

Yo por lo menos, hoy todavia recuerdo con orgullo a ese equipo.